Anualmente se celebraban en Buenos Aires con salvas de cañonazos, entre otras, las festividades del 25 de Mayo y el 9 de Julio, un día de la Semana Santa, los de Santa Rosa de Lima y San Martín de Tours, patronos de América y Buenos Aires, respectivamente. El gobernador Rosas agregó a ese calendario oficial dos fechas más para que fueran honradas con salvas: el 24 de mayo y el 20 de junio. No vaya a creerse que la primera fuera por corresponder a la víspera de la fecha patria y la segunda como homenaje a la Bandera de Belgrano, tal como se estila hoy. El 24 de Mayo era el día del cumpleaños de la Reina Victoria, de Inglaterra, y el 20 de junio, el aniversario de su coronación en el trono de la Gran Bretaña. Era, por otra parte en nuestro medio, el único gobernante extranjero objeto de un homenaje de tal naturaleza. La reina de Inglaterra tenía para el gobierno de Rosas el mismo valor, la misma importancia, que las dos fechas máximas de la patria: el 25 de Mayo y el 9 de Julio.
El Gobernador de Buenos Aires dio rango de fecha patria al día del cumpleaños de la Reina Victoria de Inglaterra y a la fecha de su asunción al trono de Gran Bretaña |
Pero no se limitaba a este tipo de homenajes los que prodigaba el jefe de la Confederación a la monarquía británica, sino que ya había encontrado la manera de hacer más y más demostraciones, que se fueron repitiendo para numerosos miembros de la realeza inglesa, en una desenfrenada necromanía o afición por los lutos. Así el 12 de mayo de 1835, el gobierno de Buenos Aires dispuso luto obligatorio por la muerte del duque de Gloucester; el 6 de octubre de 1837 decretó duelo forzoso por tres días, debido al fallecimiento de Guillermo IV, rey de Gran Bretaña, ocurrido el día 20 de junio; el 12 de diciembre de 1840, otros tres días de riguroso traje negro por el deceso de la princesa Augusta Sofía, hija mayor de Jorge III, ex soberano inglés. Y siguen sucediéndose los lutos, aun por personajes de segundo orden pertenecientes a la nobleza inglesa: el 11 de agosto de 1843, por la muerte del duque de Sussex, hijo del finado rey Jorge III; el 7 de mayo de 1845, por la de la princesa Sofía Matilde, hija del duque de Gloucester; el 5 de abril de 1850, por la de la reina Adelaida, viuda de Guillermo I y el 17 de noviembre del mismo año, por la muerte del duque de Cambridge.
Mientras tanto dejaband e existir argentinos y americanos ilustres para quienes se retaceaba, o no había simplemente, homenaje alguno, así los muertos fueran San Martín, O'Higgins, Pueyrredón, Lavalle, fray Justo Santa María de Oro, Balcarce, Larrea, entre otros.
Alfredo R. Burnet Merlín, Cuando Rosas quiso ser inglés, 1a. edición: Abril, 1974.
Rosas fue un vende patria!
ResponderEliminarExcelente!
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