La ciudad de San Miguel de Tucumán en la esquina de Bernabé Aráoz y Bolívar, ofrece a quien quiera realizar un significativo viaje al pasado, una recreación de la modesta casa que Manuel Belgrano mandó a construir en 1816, la cual habitara hasta pocos meses antes de su muerte.
Se trata de una vivienda con techos de paja, construida en su tamaño original con materiales similares a los de la época. Con los espacios mínimamente necesarios para vivir de manera simple y austera. Como toda vivienda su patio con el típico aljibe y una huerta para el abastecimiento del hogar. El mobiliario también recreado de la época, como el catre en el aposento del prócer y las sillas de estar, fue realizado en su totalidad por artesanos tucumanos.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano nace en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, hijo del comerciante italiano Domingo Belgrano y su esposa, la criolla, María Josefa González Caseros.
Se educó en el Real Colegio de San Carlos en Buenos Aires, luego viajó a España para estudiar leyes en Salamanca y Valladolid. En 1793 se recibió de abogado y en 1794 asume el cargo de Secretario del Consulado de Buenos Aires.
En 1806 sin haber vestido nunca un uniforme, ni haber recibido instrucción militar, se suma a la defensa de Buenos Aires en las primeras Invasiones Inglesas, Manuel Belgrano encuentra en la tarea de promover la independencia su más alto cometido.
Manuel Belgrano fue el principal líder de la revolución de mayo de 1810, participando del cabildo abierto del 22 de mayo, votó por el reemplazo del Virrey Cisneros por la Junta de Gobierno. El 25 de mayo es nombrado Vocal de la Primera Junta con Castelli y Paso.
Dos años después, el 27 de febrero de 1812, crea la bandera celeste y blanca, haciéndola jurar a orillas del río Paraná. Allí recibiría la orden de ponerse al frente del Ejército Auxiliar del Alto Perú (llamado a partir de 1814 Ejército del Norte) como General de las tropas independentistas.
Al frente del Ejército Auxiliar del Alto Perú, el General Manuel Belgrano, encabezó el Éxodo Jujeño y tras detenerse en Tucumán en el paraje La Encrucijada, se encuentra con Bernabé Aráoz y un grupo de tucumanos que le proponen un nueva estrategia: presentar batalla aquí mismo al ejército realista. Para ello se ponía a su disposición, casa, alimento, el dinero y los hombres que lucharían para impedir la pérdida de Tucumán, en los límites de la nueva nación que comenzaba a gestarse.
Vence el 24 de septiembre de 1812, luego avanza y el 20 de febrero del año siguiente triunfa en la batalla de Salta. Como premio a estos triunfos, la Asamblea del Año XIII le otorgó 40.000 pesos oro que el general donó para que se construyeran cuatro escuelas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero.
En enero de 1814 deja el mando del ejército en manos del Gral. José de San Martín, quien reestructura el ejército, le construye un asiento fijo en el cuartel de la Ciudadela, y lo denomina Ejército del Norte. En diciembre de ese mismo año, viaja en misión diplomática a Europa, desde donde trae un informe pormenorizado que será clave en el Congreso de Tucumán para declarar la independencia argentina.
A partir de 1816 manda a construir su casa en Tucumán, en un predio del Campo de las Carreras que él intentó comprar, pero el cabildo tuvo el honor de donarle en reconocimiento a los grandes servicios que hizo a la Patria.
Allí tuvo su residencia hasta febrero de 1820, fecha en que regresó a Buenos Aires, muy enfermo, donde moriría el 20 de junio.
Fuente: Casa Belgraniana (San Miguel de Tucumán)
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